MONUMENTOS HUECIJA

Legado

Doña Teresa Enríquez, es una figura muy peculiar en la comarca, llamada por el Papa Julio II «la loca del sacramento», por su promoción de las procesiones del Corpus y por ser la patrocinadora y encargada de la fundación de conventos e iglesias en esta tierra de mezquitas y alminares.
Cabe destacar el Convento de los Agustinos, por su magnífica torre, única en la comarca. Fundado en 1511, es una construcción de cantería, con una estructura similar a las atalayas, pero de mayor dimensión, la cual se adosaba a otro edificio como refugio defensivo. El convento fue saqueado en 1568 por los moriscos, siendo la iglesia actual una reconstrucción del siglo XVIII.
La iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Encarnación fue construida también en el siglo XVI, en estilo mudéjar, pero es un templo que ha sufrido daños y añadidos posteriores de estilo barroco y neoclásico.


Convento de los Agustinos

Descripciones generales y arquitectónicas: Presenta una planta de cruz latina con capillas hornacina, sobre las que existen tribunas comunicadas por atajos y con el coro alto situado a los pies. Su alzado ofrece una superposición de arquerías en los tramos marcados por las pilastras. La nave se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos y el crucero con una cúpula sobre pechinas. La capilla mayor muestra una planta poligonal y bóveda e cinco paños con profundos lunetos. La decoración, que se concentra en el crucero y la cabecera, presenta un amplio repertorio de estucos policromados y motivos pintados, todo ello dentro del gusto barroco. A los pies se dispone una portada adintelada de cantería en la que destaca los clavos con cabezas en forma de corazones. La portada lateral comprende un vano de medio punto entre retropilastras y medias columnas toscanas sobre plintos, recorridas por un entablamento; sobre este un frontón roto y una hornacina. En su fábrica se utilizó cantería, mampostería y aparejo mixto de ladrillo y cajones de mampostería. Arrimado al costado del evangelio se conservan muy transformados algunos restos del antiguo convento y a los pies de la iglesia se conserva la antigua torre-fuerte, un impresionante volumen cilíndrico de cantería que ostenta un gran escudo de los duques de Maqueda.

Aspectos Históricos: El convento de Padres Agustinos de Santa María de Jesús de Huécija fue fundado por doña Teresa Enríquez en 1511 para que los religiosos “trabajen de dotrinar e instruir a los nuebamente convertidos de aquella mi tierra en las cosas de nuestra Santa Fe”. La primitiva iglesia conventual contaba con una torre-fuerte de cantería que no evitó que fuera saqueado el convento durante la rebelión de los moriscos. A partir de 1723 se reconstruye la iglesia, con un proyecto concebido por Simón López de Rojas y aprobado por Gaspar Cayón, maestro mayor de la catedral de Guadix. Las obras se suspendieron en 1728, iniciándose un pleito entre los agustinos y Simón López, que desencadenó el abandono de los planes de éste y la introducción de importantes modificaciones en las que interviene el propio Gaspar Cayón. Tras la desamortización, el convento pasó al Estado y la iglesia se utilizó como parroquia auxiliar. A comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se edificó un cuerpo exagonal de ladrillo sobre la antigua torre-fuerte. Fue habilitada como cárcel durante la Revolución de los Coloraos de 1824.

En la actualidad el “Convento de los Agustinos”, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento según el Decreto 81/1992 de 19 de mayo de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca de la provincia de Almería. Está siendo restaurado su interior intentando recuperar los aspectos más significativos e identificativos de su pasado, tales como pinturas, reconstrucción de aspectos decorativos, restauración de maderas, etc, a través de la financiación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Iglesia de la Anunciación

Descripciones generales y arquitectónicas: Presenta una planta de cruz latina y fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería. Carece de torre, aunque sabemos que a mediados del siglo XVIII contaba con ella. La nave se cubre con una sencilla armadura de limabordón mientras que la cabecera muestra distintas soluciones abovedadas. A lo pies se localiza una sencilla portada adintelada de cantería y factura clasicista y sobre ella un escudo mutilado de los duques de Maqueda.

Aspectos Históricos: La primitiva iglesia de Huécija, cabecera de la antigua taha de Marchena, se construyó en la segunda mitad del siglo XVI y fue saqueada por los moriscos. A finales de 1578, el visitador Alonso López de Carvajal recoge que “la yglesia está quemada y dizen misa devajo de un colgadizo”. A mediados del siglo XVIII consistía en una nave con sacristía y torre. Tenía necesidad de solería, reparar los tejados y se había quedado pequeña para acoger a todos los fieles, por lo que el maestro mayor Juan José Fernández Bravo propuso la construcción de una tribuna sobre la puerta principal tras descartar la posibilidad de una ampliación por falta de espacio. Finalmente, el aumento de la población determinó la ampliación de la iglesia, que consistió en una nueva cabecera con crucero.

Lavadero de Huécija

Nutrido por las Fuente de Huécija, que se sitúa en el extremo sur del conjunto hidráulico, está formado por una nave rectangular construida en ladrillo, abierta al paisaje en ambos extremos mediante arqueria. En el interior, la constucción se encuentra atravesada por el canal de agua, a modo de pila corrida.

Ampliado por el norte, en 1965, mediante la construcción de un nuebo arco, vive una nueva restauración de 2007, colocándose la techumbre de mimbre como muestra de la industria artesanal local.

 


 
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